
La vida está llena de nuevos comienzos que pueden asustarnos un poco porque vamos hacia algo desconocido, pero con el paso de los días todo se va acomodando…
Aquí unas líneas en la voz de ÉL.
Aún recuerdo cuando supe que venías en camino, ¡qué felicidad!
Meses después llegaste a nuestra vida llenándola de alegría. ¿Cómo olvidarlo? Eras tan pequeña, tan indefensa, tan hermosa. Y ahí empezó la aventura: El primer cambio de pañal, el primer biberón, el primer baño, tus primeros pasos y tus primeras palabras. Día a día fuiste creciendo, sonriendo, adueñándote de mi corazón y mi vida.
Cuando pensé que ya lo tenía todo dominado, nació tu hermanito. ¡Otra bendición!
Luego llegó el momento de llevarte al Kinder. Aún recuerdo cuando te vi cruzar esa puerta, te veía tan chiquita. Así fueron pasando los años, cursarte la per-primaria, primaria, secundaria y preparatoria. Parece que fue ayer…
Hemos compartido tantos instantes juntos: risas, lágrimas, tareas, viajes, juegos, aprendizajes, idas al parque, al cine, comidas, en fin. Siempre con nuestra complicidad. Verte crecer ha sido una maravillosa experiencia mi niña.
Hoy es hora de otro nuevo comienzo, una nueva etapa: la universidad.
Me siento intensamente feliz, orgulloso, nervioso y emocionado de ser testigo de este día. Tener la oportunidad de “verte cruzar” nuevamente la puerta: Otro primer día de clases.
Ahí vamos nuevamente hacia lo desconocido, pero siempre confiando en que nos irá increíble, continuarás creciendo, aprendiendo y realizando tus sueños.
Mi adorada hija, me faltan palabras para expresarte todo lo que siento. Infinitamente agradecido de ser tu papá, de acompañarte en este camino llamado vida, aquí estoy y estaré siempre.
Con amor
Papá