Sería maravilloso que existiera un libro que se llamara “Manual para Vivir la Vida”, pero lamentablemente no existe. La única manera de aprender es viviendo nuestra propia vida, experimentando, andando, tropezando, poniéndonos de pie, en fin… Es una tarea del día al día, un ejercicio personal, que a veces parece complicadísimo.
¿Sabes? Considero que los seres humanos insistimos en hacernos la vida complicada… Cada uno vive y crea su realidad de acuerdo a lo que aprendió en casa, y en la escuela, y con otros grupos, etc. Nos vamos formando de acuerdo a las experiencias vividas… Sin embargo llega un punto en el que descubrimos que hay algo en nuestra vida que no nos gusta. ¿Qué sucede entonces? ¿Cómo resolverlo?
¡Muy sencillo! Hay de dos sopas:
- Te dedicas a echarle la culpa al mundo entero o a ti mismo.
- Haces algo al respecto.
Si eliges tirarte al drama y hacerte la víctima porque crees que es el camino más corto, porque así lo aprendiste o simplemente porque consideras que alguien vendrá a salvarte… ¡Te tengo noticias! Quizá te funcione en un principio, pero a futuro te aseguro que continuarás dándole vueltas a lo mismo, te costará disfrutar de la vida y seguramente te sentirás infeliz.
Si decides hacer algo al respecto, tomar las riendas de tu vida y ponerte en acción: ¡Tu vida cambiará! Esta tarea quizá no resulte fácil, ya que seguramente te llevará tiempo, quizás tendrás que enfrentarte con fantasmas del pasado, momentos dolorosos, experiencias amargas, personas no queridas, en fin… Pero al final te sentirás liberado, como nuevo. Se trata de tener valor, paciencia, trabajar y ser perseverante.
Descubrir que de la única persona de la que eres y que puedes ser 100% responsable es de ti mismo es lo más hermoso y liberador del mundo. Uno no puede ir por la vida pretendiendo resolver la vida de los demás, cargando culpas que no le pertenecen.
La decisión es tuya. “El Manual para Vivir la Vida” es un libro personal que cada uno va escribiendo día a día.
¿Qué dices, te animas?