Archivos Mensuales: enero 2019

Roma, México y Yo

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roma,-méxico-y-yoHace ya casi una semana se dieron a conocer las películas nominadas al Oscar, uno de los galardones más preciados de la industria cinematográfica. Este año da la casualidad que la cinta mexicana Roma cuenta con 10 nominaciones, lo cual ha generado una gran polémica.
Independientemente de eso y de los más de 150 premios que ya ha recibido este largometraje y dejando a un lado: si la historia es o no buena, si Yalitza Aparicio merece o no el reconocimiento como mejor actriz, si Alfonso Cuarón es un talentoso director, si fotografía y el sonido son impecables, quiero compartirte lo que todo este ruido de Roma ha generado en mí.
Ver que un proyecto mexicano, hecho por mexicanos (en su mayoría) ha llegado tan alto, entre muchos factores gracias a la intensa mercadotecnia, me lleva a conectarme con mis sueños.
Me recuerda esas cosas que me ponen la piel chinita de solo imaginarlas, eso que me apasiona (como en mi caso escribir) y me invita a seguir adelante, a no tirar la toalla, a buscar hacer todos los días de mi vida lo que me hace feliz. Me hace pensar que vale la pena pagar el precio para realizar un sueño.Soñar en grande, lo que quiera que grande signifique para cada quien, en su entorno, sin compararse con el de al lado. Me inspira a seguir andando para lograr lo que quiero.
Y pienso… Qué maravilloso sería si todos nos ocupáramos por ser felices, por disfrutar lo que hacemos. ¿Cómo sería México si en vez de estar esperando a que Papa-Gobierno te resuelva la vida, te hicieras cargo de ti mismo? ¿Qué tal si así como aplauden y se sienten orgullosos de las nominaciones de Roma al Oscar, se sintieran cuando un amigo tiene un logro, cuando al compadre le dan un acenso en el trabajo, en lugar de morirse de envidia como sucede con frecuencia?
Si Alfonso Cuarón pudo, ¿porqué tú no? A veces es sólo cuestión de dejar de contarnos historias como: no puedo, no tengo dinero, me da miedo, es imposible, y si fracaso, etcétera y comenzar a movernos, buscar, abrir los ojos, estirar las antenas, pedirle al Universo lo que queremos y empezar así a construir el camino para llegar a donde deseamos. Todo logro comenzó con un sueño. ¡No lo olvides!
Ojalá que aprendamos a vivir como personas de éxito, a ver la cantidad de cosas buenas que ocurren en el día y agradecerlas; a aplaudirnos a nosotros mismos, al de al lado. Tú, yo, todos juntos podemos hacer de nuestro México un mejor país, podemos soñar y realizar nuestros más grandes anhelos.

 

De regreso a lo básico

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Conforme pasan los días y entre más observo cómo nos comportamos, cómo vivimos, más cerca creo que estamos del momento y la necesidad de “regresar a lo básico”.

Pareciera que la vida es una carrera en la que el que vaya más rápido gana, sin embargo, a veces por vivir a máxima velocidad nos olvidamos de disfrutar el momento presente, los instantes, los pequeños detalles, la magia del aquí y el ahora.

La tecnología ha agilizado y facilitado enormemente las comunicaciones y ha acortado las distancias entre millones de personas, familia, amigos, conocidos. Asimismo, nos permite realizar trámites, comprar, organizar eventos sin salir de casa. Son muchas las cosas que ha simplificado, pero muchas otras las que ha complicado.

Ahora vivimos dependientes de computadora, pegados al celular, incluso ya ni siquiera nos sabemos las rutas para llegar a cierta dirección porque esperamos que Waze o Google Maps nos guíen para llegar en el menor tiempo. ¿Cuál es la prisa?

de-regreso-a-lo-básicoCuanto más rápido pasa la vida, más pido a gritos que “regresemos a lo básico”. Aquí algunos ejemplos:

  • Saborear una deliciosa comida en familia, acompañados de una rica plática, sin celulares.
  • Tomar tu carro y dirigirte a visitar a ese amigo, sin invitar y escuchar a la “señora” del navegador.
  • Ir hacer la compra semanal al supermercado, tomándote tu tiempo, sin prisas.
  • Pasar un fin de semana sin estar pegado al celular pendiente del correo que puede llegar….
  • Llamar a esa persona especial para felicitarla por sus cumpleaños y escuchar su voz en lugar de escribir un mensaje vía WhatsApp.
  • Entretenerse yendo de compras al centro comercial en vez de hacerlo en línea.
  • Sentarse a leer en un parque inmerso en el ruido de la naturaleza y de uno que otro coche, ¿porqué no?
  • Mirar a un ser querido a los ojos y decirle lo que sientes, corazón a corazón.
  • Apagar el televisor y salir a jugar con los hijos o bien armar un rompecabezas en familia.
  • Vivir un día a su ritmo, sin ese sentimiento de que te vienen persiguiendo o que no te dará tiempo de nada.

Regresar a lo básico, aprovechar cada día, vivir plenamente en el aquí y el ahora, desconectados tecnológicamente y conectados los unos con los otros, haciendo una cosa a la vez.

¿Tú que dices? ¿Se te antoja? ¡Cuéntame!

El ABC para olvidarlo

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el-abc-para-olvidarSacar a alguien que amamos de nuestra vida es de las cosas más complicadas que existen, al menos así me lo parece a mí.

Si bien creo que lleva un proceso también estoy convencida de que existen ciertas acciones a tomar que ayudan y mucho para conseguir el objetivo.

Amor propio: Recuerda que el amor más grande que existe o que debería existir es el que sentimos hacia nosotros mismos. Si terminaste una relación porque se murió el amor, porque te pusieron el cuerno o porque simplemente nunca llegó a ser una relación de pareja, es el tiempo ideal para volver la vista y el corazón hacia ti y amarte tanto como para alejarte de esa persona (o situación) que (queriendo o no) te hizo sufrir.

Buena actitud: Es esencial para “tomar el toro por los cuernos” y poner lo mejor de ti para seguir adelante, para crear la vida que te mereces, para mirar hacia delante y comenzar a escribir una nueva historia.

Cabeza ocupada: Piensa en lo que te apasiona, en esos sueños que dejaste en el tintero, en esa terapia, ya sea con especialista o esa actividad que para ti sea como tal, y pon ¡manos a la obra! Ahora más que nunca ocupas tener tu mente entretenida y qué mejor que sea en cosas que te llenan o que querías hacer. Así reducirás las posibilidades de tener “malos pensamientos”.

Déjate sentir: Mientras la mente se mantiene activa creando y haciendo cosas, permite que tu corazón se desahogue, sin juicios, trátalo amorosamente, apapáchalo y apapáchate. Ahora menos que nunca se te ocurra sacar el látigo y comenzar a flagelarte por lo que fue y por lo que no. Es hora de amarte.

Para terminar y como “no hay quinto malo”…

Evita cualquier tipo de contacto con el/la susodich@. Desde mi propia experiencia, es IMPOSIBLE olvidar y/o sacar a alguien de tu vida si sigues manteniendo contacto, por mínimo que sea con la persona. Eso de podemos “ser amigos” o sigo respondiendo sus llamadas por “compasión” NO FUNCIONA y solo hace más lento tu proceso.

Quizá en un tiempo, cuando las heridas hayan sanado (y dependerá de cada circunstancia), podrían coincidir, pero no antes.

Tal vez suene radical este último punto, pero de verdad que hay otra manera.

De corazón deseo que estas ideas te sirvan y te ayuden a hacer más fácil el proceso de olvidar a alguien, que de por sí ya es algo difícil.

Por ahora me despido, nos leemos pronto.

Quería que fueras tú

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Nuestros caminos se cruzaron en una de las etapas más grises y difíciles de mi vida. Fue como cuando el sol comienza a salir tras días de lluvia y poco a poco va iluminando y calentando el ambiente.

Era medio día cuando te conocí. Tenerte frente a mí, me hizo sentir un festín de sensaciones que me hicieron revivir. Y así fui soñando, imaginando, sintiendo…

Quería que fueras tú… El amor que tanto había anhelado, el hombre de mi vida, mi compañero, mi amigo, mi amante.

Quería que fueras tú, quien mi piel acariciara, el que mis besos robara, quien con sus brazos fuertemente me abrazara.

Sólo quería que fueras tú… Que te quedaras a mi lado, que me escucharas.

Busqué el camino que a tu corazón me llevara, quise convertirme en la mujer que tu amor conquistara, ganarme un lugar especial en tu vida, sólo quería que fueras tú…

Miraba tus ojos, tu sonrisa me cautivaba, tus manos las mías acariciaban. Tus mensajes mi risa robaban, tu picardía me enamoraba, escucharte hablar de ángeles al cielo me llevaba…

Quería que fueras tú…

Quien me eligiera, quien por mí luchara, que juntos la vida disfrutáramos.

Sólo quería que fueras tú, pero olvidé detalle, que en el corazón no se manda, sólo se siente…