Uno de esos días que mantenía una de esas interesantes charlas que suelo tener conmigo misma y pensaba, sentía, veía la naturaleza y agradecía estar viva, caí en cuenta de que en realidad en esta vida “No Pasa Nada”.
Sí leíste bien: ¡NO PASA NADA! Puedes estar viviendo el momento más feliz o el peor de tu vida, haberte quedado sin trabajo, estar pasando por una enfermedad, que te hayan asaltado y robado tu i phone, etc. y al final: “No Pasa Nada”. El mundo sigue girando, no se detiene. Tu familia, tus amigos, tu pareja pueden estar al pendiente de ti, compartir tu sentir, escucharte, apoyarte, echarte porras, acompañarte, pero hasta ahí. La única persona que sabe exactamente cómo se siente, qué está sucediendo, cuándo terminará ese periodo eres tú. Sí, nadie más que tú puede hacer algo con lo que estás viviendo. El mundo seguirá girando, la gente continuará haciendo sus cosas, los pájaros seguirán cantando, el sol saldrá de nuevo mañana.
¡Qué fuerte! ¿No? Sin embargo, también que liberador y que enriquecedor darte cuenta que depende de ti lo que sigue, es tu responsabilidad lo que hagas con tu vida, son tus decisiones las que te llevarán a donde quieras llegar. Nadie más que tú puede poner manos a la obra y hacer “algo”, claro está en caso de que así lo quieras.
Vivimos en mundo que va de prisa, parece que los días, las horas, los minutos y segundos no son suficientes. Todo va muy rápido…
Te invito a que te detengas un momento y pienses en esto: “No Pasa Nada”. Vida sólo hay una, así que te propongo que disfrutes cada instante y comiences… ¡A VIVIR!