De conformarse, ¡nada!

Estándar

Los seres humanos tenemos sueños, deseos, anhelos que vamos creando y alcanzando durante la vida. Hay unos que llegan antes que otros, algunos suceden mejor de lo que esperábamos y quizá haya unos cuantos que deban sufrir alguna modificación antes de realizarse. Pero… ¿Qué sucede cuando eso que estamos “buscando” no llega? ¿Toca aceptarlo y conformarnos con lo primero que aparezca?

Aquí lo que pienso…

Para los que me conocen, no es un secreto que hace tiempo que anhelo con encontrar una pareja, el príncipe multicolor (se lee compañero), je! El color es lo de menos. El chiste es coincidir con esa persona que haga latir mi corazón al mil y que quiera compartir su vida conmigo (dicho brevemente). ¿Candidatos? Claro que han existido (existen), el punto es que por una u otra cosa no nos hemos elegido. 

“¡Es que eres muy exigente!”, diría mi Cuñis. “¿Si?”, me lo he cuestionado. Puede ser… La conclusión es que no se trata de estar con cualquiera, de dejar a un lado mis sueños, mis deseos para tratar de que el personaje en cuestión encaje. 

Estoy totalmente de acuerdo con que nadie es perfecto, todos tenemos nuestras cosas, pero dentro de ellas hay unas con las que estamos dispuestos a vivir y otras con las que no. Por ejemplo, pensar que va a cambiar “x” o “y” hábito, no es real. Hay puntos que nunca cambian y menos creer que lo hará por mí. Si no lo hace por él mismo, difícilmente lo hará por alguien más. Así las cosas, personalmente prefiero dar un paso atrás y seguir viviendo, observando, conociendo y no conformarme con lo primero que pase.

Mi ejemplo es sobre el tema de pareja, pero lo mismo ocurre si nos referimos al trabajo, cuando estás buscando casa, un coche, tu vestido novia, cuando quieres viajar, etc. Si no es lo que anhelas, si no hace latir tu corazón y te emociona, sigue buscando, aprende a esperar. ¡Gran lección! Créeme que cuando llegue el/la indicado(a) lo sabrás.

¡Ojo! Que eso no quiere decir que te sientes en tus laureles sin hacer nada. Todo lo contrario, sigue moviéndote, abre tus ojos, intenciona tus días, decreta, haz visualizaciones, escríbelo, recuérdale al Universo lo que quieres y entrégaselo, confiando que lo mejor sucederá.

Eso que tanto deseas llegará a ti en el momento perfecto, ni antes ni después. Será justo cuando estés listo para recibirlo. Si por algo no llega, créeme que su razón (aunque no la entendamos) debe tener.

Dejemos que las cosas fluyan, que la magia ocurra. Vive, disfruta y sobre todo… ¡Nunca te conformes con menos de lo que mereces!

Deja un comentario