¿Qué es un amigo?

Un amigo es aquella persona con quien siempre podemos contar.

 

Es aquél que entrega todo sin esperar nada a cambio.

 

Con él compartes todo, lo que fuiste, lo que eres y lo que serás.

 

A su lado sueñas, ríes, lloras y en ocasiones también sufres.

 

Un amigo es aquel que quisieras tener siempre junto a ti,

pero hay veces que no se puede y por ello debes de estar consciente,

de que estés donde estés, él estará contigo.

 

No importarán las distancias siempre y cuando mantengas su recuerdo vivo.

 

Llamamos amigo a aquel con quien podemos ser tal cual somos,

a aquél con quien nos podemos quitar las máscaras, sin miedo a ser lastimados.

 

Ante un amigo desnudamos el alma,

es por ello que nos llegan a conocer a tal grado,

que en muchas ocasiones las palabras salen sobrando;

basta una mirada, para saber lo que le sucede al otro.

 

Un amigo es un gran tesoro, el cual debemos cuidar y por siempre conservar

 

Por TODO y por TANTO: ¡GRACIAS!

Ayer el mundo se sorprendió con la noticia de la renuncia del Papa Benedicto XVI e inmediatamente se comenzaron a hacer especulaciones al respecto: que si habrá sido por esto, por aquello, que si se puede, que si no, en fin

En este ir y venir de información era inevitable no emitir un juicio al respecto. Su Santidad nos guste o no, tiene ya 85 años por lo que podemos decir que es una persona mayor. “¿A qué se dedica el ser humano en sus ochentas?”, me pregunté. Fue entonces cuando recordé las sabias palabras que algún día me dijo mi papá: “Para todo hay una edad”.

Y sí, la vida es así. Existe un tiempo para jugar, para trabajar, para formar una familia, épocas para sembrar y otras para cosechar.

Desde mi punto de vista, las personas de edad avanzada han llegado a un punto en el que deberían ocupar sus días en descansar, en hacer lo que a ellos les gusta sin necesidad de poner en riesgo su salud. Así como un chamaco de 5 años se preocupa por jugar e ir a la escuela. Ser la cabeza de la Iglesia Católica, a final de cuentas, es un trabajo, una profesión que implica un gran esfuerzo. Por eso me atrevería a decir que lejos de hacer quien sabe cuántas suposiciones, abdicar a la edad que tiene el Papa, es una sabia decisión.

¿Qué sucedería si todos nos hiciéramos responsables de nosotros mismos? ¿Si fuéramos honestos, si reconociéramos (de acuerdo a nuestra edad) hasta dónde somos capaces de llegar? Porque no me digas que muchas veces, por jugar el superhéroe, no descuidas tu salud y a la persona más importante del mundo que eres tú.

En efecto, para todo hay un tiempo y todo de llega justo en el momento correcto, ni antes ni después.

 

Si estás leyendo estas líneas es porque de una u otra manera has decidido ser cómplice en esta aventura y compartir conmigo este espacio de sueños y creación.

Comenzaré contándote de dónde viene mi gusto por la escritura y para ello habrá que viajar en el tiempo a 1990 durante una clase de español. Recuerdo que hablábamos un poco de poesía, de la rima y de la métrica y que la profesora nos pidió que escribiéramos un pequeño verso apegándonos a ciertas reglas. Sorprendentemente descubrí que tenía facilidad para escribir y comencé a hacerlo. Primero uno, luego otro y así… Fui reuniendo todos los escritos en una pequeña libreta.

Para el siguiente año, había conocido a mi primer amor, quien fue fuente de inspiración de varios de los poemas de aquella época. Fue también entonces cuando comencé a soñar que algún día publicaría mi libro de poesías. Sabía que sería necesario escribir más y que llegaría el día en que mi sueño se haría realidad.

El tiempo transcurrió. Tuve momentos muy creativos y otros no tanto, sin embargo siempre fue muy enriquecedor compartir con mis amigos sus experiencias, ya que gracias a ellas la musa también se inspiró y me llevó a escribir poemas más largos y dedicados a alguien en especial.

Un día de febrero del 2002, decidí hacer una recopilación de mis escritos y empezar a armar lo que sería mi primer libro; luego venía la parte de registrarlo ante derechos de autor, pero para ello necesitaba un nombre…

Lo pensé mucho y una noche, decidí que se llamaría Busco en la Obscuridad. Ya con el título definido, pude realizar los trámites necesarios. Ahora sólo faltaba un pequeño detalle: encontrar una editorial que publicara mi libro.

Después de mucho buscar, de tocar puertas y escuchar varios «no nos interesa» llegó a mi vida Editorial Lagares. Fue con ellos que publiqué, de manera independiente, mi primer libro en noviembre del 2004. Para mayo del 2006 estábamos con la publicación del segundo: Encuentro la Luz y en noviembre del 2010 salió: Entre la Luz y la Oscuridad.

Conforme pasan los días descubro que escribir es una de mis pasiones. Ahora quiero una novela y me he propuesto comenzar a escribirla en este mes…

Este espacio ha sido creado para compartir y disfrutarlo juntos.

¡Bienvenido y GRACIAS por estar aquí!