Las últimas semanas he vivido sumergida en una aventura en la que han surgido un sin fin de preguntas, sensaciones y emociones en busca de respuesta. Entre ellas está esa necesidad que tenemos los seres humanos por pertenecer a determinado grupo y ser reconocidos.
Ese darte cuenta que formas o no parte de algo, puede ser muy revelador. Una sensación que te puede hacer sentir genial o fatal según sea el caso. Por lo general, cuando todo de maravilla, olvidamos cuestionamos más allá, sin embargo cuando descubrimos que no pertenecemos a al “grupo” que tanto nos importa, no es muy agradable.
Es entonces cuando inicia el aprendizaje: puedes optar por quedarte en esa sensación desagradable, sentirte triste, miserable, decepcionado o bien aceptar que así son las cosas, que por algo no eres parte fundamental de “eso”, reconocerte por quien eres y comenzar la búsqueda de un nuevo conjunto al que, siendo como eres, ingreses y logres pertenecer. Con paciencia, paso a paso, en contacto con tu ser, encontrarás ese lugar.
¿Qué decir del reconocimiento, ese que parece ser la vitamina que te anima a seguir, que te hace sentir sensacional, que te alimenta? Ese… Debe venir de tu interior. En la medida en la que seas consciente del trabajo que has realizado, las batallas que has librado, los logros que has alcanzado, tú debes ser el primero en aplaudirte, en estar orgulloso de ti porque ¿sabes? El reconocimiento que esperas de un familiar, un amigo, un jefe, del mundo, quizá nunca llegará… Eso no quiere decir que esté bien o mal, es simplemente lo que yo llamo aceptar lo que hay, sin tomarte las cosas personales, ya que en muchas ocasiones los otros son incapaces de reconocer la luz que hay en ti. Y no es que lo hagan de mala gana, sólo que desde el lugar en el que ellos están no pueden reconocer otra cosa o no aprendieron a hacerlo.
Vive ligero y plenamente, siempre consciente del lugar que ocupas en esta tierra, claro de quien eres, de lo que quieres, enfocándote en lo que sí está y no en aquello que quisieras que fuera y que más que lo fuerces, no se dará, al menos por ahora.
Por favor, no me digas que se lee fácil y que no lo es. Todo viaje tiene su encanto, se trata solo de contactarte lo la persona más importante del planeta: tu ser.