Comencé a escribir en una de las clases de español, mientras hablábamos de poesía y descubrí que tenía facilidad al respecto hace ya casi 30 años. Lo que nunca imaginé en aquel entonces fue que mis palabras pudieran llegar y acariciar el corazón de otras personas.
Si bien a la fecha he publicado tres libros y desde hace algunos años escribo semanalmente en mi blog sigo sorprendiéndome cuando recibo comentarios de mis queridos lectores.
Hace años, un amigo locutor me dijo, que: «Siempre que hubiera una persona escuchando valía la pena hacerlo.» Y así me pasa hoy con la escritura. En realidad no tengo idea cuánta gente me lee, yo simplemente tomo mi libreta y escribo (a veces lo hago directamente en la computadora). Como dicen por ahí, de pronto baja la musa y me pongo creativa por el gusto de serlo, sin pensar quién lo leerá, solo lo hago con todo mi cariño, por el gusto de compartir y de la mejor manera que puedo.
Lo lindo y mágico de esto es cuando alguien, se toma unos minutos para enviarme un mensaje o hacerme un comentario por algo que escribiste. Es ahí cuando se me ilumina la cara y mi corazón late más fuerte, al saber que mis palabras tocaron el corazón de uno de mis lectores. Me emociona darme cuenta cómo las palabras tienen magia propia y cómo combinadas de cierta manera hacen que su luz ilumine a quien las lee.
Escribir puede ser un don, que en mi caso, sirve para transmitir vivencias, muchas mías, otras de terceros, pero que al fin y al cabo creo y cuento historias a través de ellas. Esto me lleva a reflexionar sobre el poder que tienen las palabras. Con ellas podemos construir o destruir. Aparentemente son inofensivas, pero depende de cómo las utilicemos crean magia.
Hay otro factor que debemos recordar y tener presente al hablar de las palabras y es: la responsabilidad. Es necesario utilizarlas responsablemente, tanto por escrito como al hablar, siempre conscientes de que nuestras palabras pueden ser la medicina que salve la vida de un enfermo o bien la bala mate a un inocente.
Independientemente de tu profesión, te propongo que cuides tus palabras, cómo las usas y combinas, ya que ellas pueden ser y hacer la diferencia en la vida de otras personas.
Finalmente, gracias infinitas por leerme y más por tus comentarios.
¡Hasta la próxima!