Vivimos en un mundo que se mueve vertiginosamente y en el que existe, aparentemente, una aplicación para cada cosa.
Parece que la tecnología lo resuelve todo… Los chicos que tienen que hacer un trabajo para la universidad, consultan Google y ¡listo! (las bibliotecas están pasadas de moda); el refrigerador está vacío, pides el super en línea; mamá está muy ocupada (respondiendo sus mensajes de WhatsApp) y no le dio tiempo cocinar, Uber Eats lo soluciona; estamos aburridos, veamos una película en Netflix; será la fiesta de tus hijos, pero no te da la vida para salir a comprar lo que necesitas, no hay problema Mercado Libre lo lleva a la puerta de tu casa; quieres el más reciente dispositivo electrónico que acaba de salir, Amazon es la respuesta; ¿Estás deprimida? Consiéntete comprando ropa o accesorios a través del grupo de Facebook al que perteneces; quieres ir a terapia, pero nunca tienes tiempo, ahora también la puedes tomar en línea vía Skype.
Y así, nos la pasamos pegados ya sea a la computadora o celular. No cabe duda que la tecnología ha venido a simplificarnos la vida en muchas cosas, pero ¡ojo! El exceso puede ser contraproducente… Basta ver lo ansiosos que nos ponemos cuando se cae la red, cuando se acaba la pila del celular, y… ¿Qué me dices cuando no obtienes lo que quieres al instante?
Esto me lleva reflexionar lo siguiente… ¿Cómo sería una App para la vida?
Más que una aplicación como tal, me la imagino como una lista de puntos importantes a recordar y llevar a cabo para disfrutar de la vida.
- Agradece cada mañana la bendición de abrir los ojos y estar vivo.
- Tómate unos minutos para meditar.
- ¡Muévete! El ejercicio genera endorfinas, las cuales aumentan el estado de bienestar.
- Haz lo que te apasiona, eso que te hace sentir mariposas en el estómago y sonreír.
- Cuando te sientas nervioso y o ansioso: Inhala y exhala y vuelve a empezar.
- Di lo que sientes, tragarse las cosas no trae nada bueno.
- Convive en familia, dejando a un lado los aparatos electrónicos.
- Demuéstrales a tus seres queridos lo importantes que son para ti compartiendo tiempo de calidad con ellos, con un abrazo, un beso, una caricia.
- Cuando te sientas en un “callejón sin salida” pide apoyo. Al compartir tus problemas con esa persona en la que confías, te darás cuenta que, al ver las cosas desde otro ángulo, todo cambia.
- Rodéate de gente positiva, hace la diferencia.
Sin lugar a dudas, estoy convencida de que hay cosas que la tecnología no puede ni podrá sustituir nunca. Ojalá nos volvamos más conscientes de ello, nos desconectemos un poco y vivamos en el aquí y el ahora, mirándonos a los ojos, conviviendo, sintiendo, escuchando, expresando…
¡Hasta la próxima!

Comencé a escribir en una de las clases de español, mientras hablábamos de poesía y descubrí que tenía facilidad al respecto hace ya casi 30 años. Lo que nunca imaginé en aquel entonces fue que mis palabras pudieran llegar y acariciar el corazón de otras personas.
En el andar por la vida nos encontramos con diferentes personajes que, sin duda, algo aportarán para nuestro aprendizaje. Experiencias nos enriquecen y que nos hacen crecer, claro está si optamos por verlo de esa manera.
Ser madre es uno de mis más grandes sueños. Recuerdo que hace 10 años me imaginaba con mi familia conformada por mi marido, la parejita de niña y niño y nuestro perro labrador. Lo veía perfecto.
Libertad es despertar cada mañana
El ser humano vive en una constante búsqueda de la felicidad, pensando muchas veces que ella se encuentra en obtener cosas materiales, en lograr cierto nivel en el trabajo, en las relaciones de pareja, en fin.
Que agasajo es ir al cine y encontrarte con una historia diferente, emocionante y que te deja con un muy buen sabor de boca.
Uno de los miedos del ser humano es el miedo al rechazo, a que le digan: “No”. Su origen radica, desde mi muy particular punto de vista, en aquella vez (veces) que alguien importante en tu vida te niega algo o incluso en aquella circunstancia que despertó ese sentimiento en ti.
Ella, paloma en libertad